lunes, 30 de julio de 2012

La cirugía y el tabaco no se llevan bien


¿Sabías que los fumadores tienen más riesgo de sufrir complicaciones postoperatorias que los no fumadores?

Por ejemplo en cuanto a la cicatrización. Está demostrado que las personas fumadoras experimentan una cicatrización más lenta ya que el humo afecta a la oxigenación de los tejidos, disminuyendo la circulación e intoxicando la sangre.


Este hecho se acentúa cuando hablamos de intervenciones en las que hay un aislamiento o levantamiento de la piel como en el caso de la reducción de pecho, la abdominoplastia o el lifting facial,  para las que el humo del tabaco es especialmente perjudicial.

Aunque lo ideal sería abandonar este mal hábito de manera permanente, se recomienda dejar el tabaco y cualquier sustituto que contenga nicotina, al menos dos semanas antes y después de la cirugía.

Para los fumadores pasivos, lamentablemente también existen riesgos. Por eso, si alguien de la familia fuma se deben establecer pautas claras para que el hábito de otros no afecte la recuperación.

Y tu, ¿dejaste de fumar definitivamente después del postoperatorio?